Tras una agitada semana de proyecciones, seminarios y fiestas, nos reunimos con la selección española en el hotel de Bydgoszcz con nombre impronunciable donde se alojan los nominados del festival Camerimage para hacer balance durante un desayuno tardío y lleno de nervios, previo a la gala de entrega de premios de la 25 edición del festival polaco del arte de la fotografía cinematográfica.
Autora: Carmen (Mina) V. Albert
Xavier Marrades y Oriol Colomar por Cucli, Juan Antonio Moreno Amador y Javier Cerdá por Palabras de Caramelo y Laura Sipán y Costis Mitsotakis por Soukeina, 4400 días de noche, constituyen la selección española que optó a premio en la sección oficial de Cortometraje Documental del pasado Camerimage. Lamentablemente, y pese a la sobresaliente calidad de los tres trabajos, ninguno de ellos se alzó con la estatuilla. No por ello deja de ser reseñable el trabajo narrativo y fotográfico de estos tres cortos que han cosechado ya multitud de selecciones y premios y de los que sus autores nos hablaron durante el festival y cuyas conversaciones reproducimos a continuación.
De izquierda a derecha: Laura Sipán, Xavier Marrades, Javier Cerdá, Juan Antonio Moreno y Costis Mitsotakis
Atención Académicos: Cucli opta al Goya a mejor corto documental
Mañana se cierran las votaciones para los candidatos a los Premios Goya y os queremos llamar la atención de uno de los cortos documentales preseleccionados: Cucli, de Xavier Marrades, uno de los cortos nominados en el pasado Camerimage.
Cucli cuenta la historia de Ramón, quien desde la muerte de su esposa vive con sus padres, aunque en realidad pasa la mayoría del tiempo viajando en su camión. Los viajes son largos y solitarios hasta que encuentra una compañera muy especial que lo cambia todo: Cucli -una paloma blanca-. Poco a poco se va creando un vínculo entre ellos que terminará por hacerles inseparables. Desde la sencilla cotidianidad compartida con Cucli, Ramón inicia el camino hacia una profunda transformación personal después de haber perdido a un ser querido.
CUCLI -Trailer (Documentary) from Xavier Marrades on Vimeo.
Xavier Marrades, Director y DoP -junto a Oriol Colomar-, explica cómo surgió esta historia
Este cortometraje es una historia muy cercana, porque pasa en mi pueblo. Todo empezó por una fotografía que vio mi madre de un primo de mi padre que yo no conocía, porque es una persona muy introvertida y además viaja mucho porque es camionero, y yo no le había visto nunca antes. En la fotografía había una paloma blanca, y me contaron que vivían juntos. Me entró curiosidad, fui a su casa y me presenté, quería ver si todo aquello era verdad y sí, lo era: me lo encontré en el salón de su casa con sus padres y la paloma, todos juntos, como si nada.
Yo no pensaba en un inicio en hacer un vídeo directamente, sino en saber qué había detrás de esa historia, pero luego conecté muy bien con este hombre, nos caímos muy bien en una primera charla, por lo que repetimos y nos vimos unas cuantas veces, a él y también a él con la paloma juntos, en el coche, en el campo también con la paloma, y yo notaba que había algo muy potente entre ellos, no era raro ni una frikada, era algo muy fuerte, era peculiar y yo quería saber más.
Él se quedó viudo hace ya un tiempo; la paloma era además blanca, y en seguida uno piensa en aquello de la paloma blanca que bajó del cielo y todo eso, pero yo ya iba notando que ahí quizás había algo más profundo. Entonces, le propuse grabar en vídeo. Es camionero y viaja todas las semanas con el pájaro, se lo lleva a Portugal y lo lleva en el hombro. Los fines de semana vive con sus padres, que son ambos ancianos. Cuando está en casa hace sus rutinas diarias, y nosotros le seguíamos en su día a día.
Así acumulamos imágenes hasta que llegó un punto en que logramos más intimidad y confianza con él y un día le dije que habláramos un poco más del tema. Me di cuenta de que, además que ya había conexión, él realmente tenía un proceso interno que esta paloma le desató, porque le cambió un poco la vida, él estaba en un duelo, y esta paloma despertó en él un sentimiento y un proceso interno que hizo que de alguna forma creciese y tuviera unas reflexiones muy profundas de la vida, muy sensibles, cosa que en mi pueblo, que es muy pequeño y aunque es muy buena gente, si alguien es un poco distinto y sensible, pues no te escuchan, o te miran un poco raro. Y además él vive en un entorno de hombres y camioneros y creo que nunca ha podido hablar de eso con nadie, porque no se sentía con confianza de sacarlo. La gente le veía con la paloma, en plan gracioso, pero él nunca contó lo que sentía del amor, de la vida y de la muerte, y conmigo se sintió un poco más cómodo, porque soy artista y vengo del extranjero [Xavi ha vivido un tiempo en NY] y quizá creyó que sería más receptivo. Así que un día en su casa con una cerveza cogí el micrófono y empezó de repente a soltarme reflexiones muy profundas que me dejaron muy sorprendido. A partir de lo que me contaba empecé a buscar la estructura del corto a partir de su propia voz. Este corto es la primera vez que él cuenta esto, y de ahí empecé a buscar el montaje entre su voz y la imagen."
¿Con qué equipo rodaste?
Con una Canon C500 y una Odyssey, con lentes prime de Zeiss, y como cámara B una Sony a7s II. En cuanto a la fotografía, yo tengo mi propio lenguaje con el que ya he hecho más cosas antes, que es más observacional y cinematográfico, pero en este caso quería dignificarlo, y para mí la fotografía es una forma de dignificar a la persona tal y como la muestras, porque la línea entre el frikismo y la poesía es muy fina, y tienes que ser muy sutil. Así que estuvimos buscando un poco esto. También estuvimos buscando otras cosas como la metáfora visual. Se grabó en su casa, en la que es increíble la luz que hay, es una casa que se está cayendo a trozos, y es muy oscura; esta película es muy de espacios, siempre está él en un espacio, aquí el espacio es muy importante.
¿Cuándo se grabó?
En febrero y marzo, cuando la luz todavía no es muy fuerte. Es todo muy estático, hay una parte que es movimiento porque vamos en el camión, hay una parte rodada con dron, que se puede leer de manera poética, y el resto es muy estático.
¿Qué opinó Ramón sobre el producto final?
Él lo vio una vez y le saltó una lágrima, solo una, y yo con eso ya me quedé contento. Luego hicimos un pase en el pueblo cuando ya hacía medio año que estaba rulando por todos lados y yo ya le había avanzado que estaba gustando mucho y que a la gente le parecía muy bien todo lo que decía. Cuando se hizo el pase en el pueblo él estaba con el camión y la gente se quedó muy sorprendida, porque le ves y no habla, es muy introvertido y de repente le ven un fondo tan profundo que tanto en el pueblo como en su casa, con sus hermanos y su cuñada, se quedaron flipados en el buen sentido, pensando que no conocían a quien tenían en casa. Aunque él está en su mundo y nunca ha sufrido, ahora la gente ya sabe quien es él y quién es la paloma, por lo que yo siento que se ha cerrado el círculo, que he contribuido a que él se haya expresado y además he conocido a un amigo nuevo.