Lo que viene: “Cómo ha afectado la crisis al sector técnico y los rodajes internacionales”
La mesa redonda a cargo de ALÍA ha tenido lugar esta mañana
En la mesa redonda organizada por el festival Lo Que Viene en colaboración con la asociación ALÍA han participado sus miembros Roberto Sacristán de Aluzine, Vanessa Ruiz Larrea de Deluxe, Gonzalo Carrión de El ranchito y José Chorro de Drago. La mesa ha sido moderada por el periodista y estudiante de producción en la ECAM Jesús Choya.
El encuentro se ha iniciado con la presentación de la asociación de empresas técnicas y de servicios que es ALÍA y la exposición de sus objetivos, entre los que actualmente es prioritaria la mejora de la situación del sector de los rodajes en nuestro país.
A continuación, se ha comentado cómo está siendo la reactivación del sector a nivel técnico. «Ahora mismo es una cuestión de planificación. Hay varias producciones en marcha. El mundo entero está mirando España por ser uno de los primeros países que está empezando la actividad de los rodajes. Por un lado, muy orgullosos de serlo, y, por otro, muy enfocados en generar la máxima seguridad. Estamos muy expectantes a los rebrotes que aparecen estos días, pero también muy seguros con las medidas de seguridad que estamos adoptando”, ha explicado Gonzalo Carrión.
Las empresas técnicas han sufrido una evolución distinta en función de su segmento dentro de la producción audiovisual. Mientras las empresas de alquiler de equipos como Aluzine o Drago tienen ahora mismo mucho trabajo, al retomarse muchos rodajes que quedaron paralizados tras el estado de alarma, las partes dedicadas a procesos posteriores han ido más lentas. “En cuanto a cómo nos hemos visto afectadas las distintas empresas, y desde el punto de vista conjunto de todas las fases de rodaje, la asociación nos permite obtener una visión global de la producción, ya que cada empresa se ha visto afectada pero en distintos momentos, desde la preproducción hasta la postproducción”, comenta Vanessa Ruiz Larrea.
Pero, aunque los rodajes se han reactivado, no sucede lo mismo, de momento, con los proyectos más internacionales: «Se ha hecho algo en publicidad. En cine hay cierto interés: a finales de verano y principios de otoño espero que vengan los primeros rodajes internacionales», ha opinado Roberto Sacristán.
Todos los participantes han coincidido en que somos un país muy competitivo por la calidad técnica que tenemos. «Somos un referente internacional, por calidad de luz, por localizaciones, por los incentivos fiscales. Lo que tenemos que terminar de redondear es transmitir la seguridad suficiente para que vengan a rodar a España. Ha habido un consumo brutal en las plataformas, hay una gran necesidad en producir contenidos», dice José Chorro. «De hecho, las cosas ahora están mal en América del Norte y del Sur. Terminator, Dark Fate se grabó en España por cuestiones de seguridad. Es posible que nosotros, por haber hecho los deberes antes, tengamos ventaja en un mercado internacional que está muy necesitado de crear nuevos contenidos», ha continuado Gonzalo. «En ese sentido, es muy importante ser rápidos. Nosotros mandamos a todos a casa por el estado de alarma un viernes, y el lunes estábamos 103 personas trabajando en remoto».
Este ha sido uno de los puntos en los que más se ha detenido la mesa, ya que las empresas de postproducción, específicamente, han tenido que implementar sus sistemas en remoto de un día para otro para poder seguir produciendo: «No se trata de llevarnos el trabajo a casa sin más. El trabajo en remoto tiene que tener la máxima garantía de seguridad digital de los contenidos. El teletrabajo en postproducción quiere decir que un señor en su casa se esta conectando de forma remota a un ordenador en red y todo sin que haya ninguna grieta de seguridad. Y esos desarrollos tecnológicos van “a riñón de las empresas”. Es muy complicado que te financien. A nivel del sector audiovisual, las ayudas no están nada adaptadas a nuestras necesidades», ha seguido Gonzalo. Vanessa ha coincidido: “Como industrias técnicas estamos muy forzados al desarrollo tecnológico, nuestros clientes nos lo exigen y tenemos que responder ante la demanda. Somos empresas de servicios. No nos podemos quedar atrás”.
La asociación se crea precisamente para dar visibilidad a estas necesidades dentro del sector. Así lo explicaba José Chorro: “Somos los pobres de la cadena. Estamos obligados a asumir la revolución tecnológica, pero no hemos tenido voz a la hora de pedir ayuda. Es fundamental tener una voz suficientemente alta. Por eso ALÍA es importante». Entre las primeras medidas que la asociación ha puesto en marcha, como ha explicado Roberto Sacristán, ha sido «contactar con asociaciones. Ahora estamos contactando con instituciones públicas para darnos a conocer y empezar a visibilizar nuestras industrias técnicas, imprescindibles en la cadena de producción”.
Pero no todo han sido demandas en esta charla. También ha habido espacio para la autocrítica: «Damos por hecho las cosas establecidas y no revisamos que es lo mejor. Todas estas medidas que hemos tenido que tomar ahora tienen que servir no solo para la productividad, sino que también hay que pensar en las personas, en mejorar la vida de los trabajadores. Son los que hacen que todo sea posible. Tenemos que reflexionar en cómo mejorar nuestros entornos para que la gente pueda trabajar mejor. ¿Por qué hemos tenido que esperar al teletrabajo, por qué no lo hemos activado antes? Tenemos que estar más pendientes de las personas», defendía Gonzalo Carrión.
Finalmente, se ha hablado de las plataformas y de cómo las empresas técnicas han tenido que afrontar en muy poco tiempo las especificaciones técnicas impuestas, sobre todo, por Netflix. «Hemos asumido las nuevas especificaciones técnicas de las plataformas de manera muy rápida», ha afirmado José Chorro, cuya empresa Drago forma parte de Secuoya. Vanessa Ruiz Larrea completa: «Gracias a esto, todo nuestro talento técnico y creativo lo está viendo todo el planeta, y por eso ahora nos está llegando mucha producción de fuera».
Aún así, Gonzalo Carrión argumenta que «no tenemos los mismos recursos que nuestros competidores. Nosotros estamos tirando con arcos y flechas y nuestros competidores atacan con metralletas y tanques». Entonces, ¿qué es necesario para crear una industria fuerte y competitiva? Para Roberto Sacristán «tenemos que tener comunicación entre nosotros. Nosotros llevamos décadas rodando con majors americanas, pero tenemos que luchar para competir en igualdad de condiciones». «No podemos tener estas jornadas laborales que no se ajustan a proyectos, porque trabajamos por pedidos con entregas concretas, tenemos técnicos a los que debemos que mejorar sus condiciones económicas; es muy importante que esto se revise por parte de las administraciones y se empiece a actuar. Y para ello son muy importante las asociaciones como ALÍA», termina Gonzalo.
Los ponentes han terminado su charla con mucho optimismo, recordando la necesidad de contenido que habrá que rodar en los próximos meses y cómo, además, el sector de los rodajes puede servir de ayuda a otros sectores como el turismo, a través del impulso del turismo cinematográfico.
